Respira: Respirar es nuestra forma de afirmar que estamos vivos. No hay render, presentación o asesoría de impuestos que reemplacen el oxígeno. Respirar es lo primero.

Activa el Percibir: Se trata más de un cerrar los ojos y hacerse consciente de todo lo que quiere llegar hasta nuestro umbral de consciencia, que a esforzarse por sobre-mirar las cosas.

Abraza el Aceptar: En el momento en el que abracemos el aceptar nos permitimos reconocernos en un espacio/tiempo con las circunstancias presentes. Algo como: es lo que ha

Atrévete a Proponer: ponerse en acción. Elegir una posibilidad, un camino e irnos por ahí. Percibir y Aceptar ya te dieron el comienzo, atreverse a hacer es la propuesta.

Reconoce las acciones, lee las reacciones: Reconocer las acciones es ver en cada verbo que conjugamos a diario una puerta que se abre para nuevos cursos de acción.

Siente los impulsos, capta los contraimpulsos: El microinstante que antecede al movimiento. Ahí. Quédate ahí un rato. Quien es capaz de captar esos poquísimos segundos de los dedos yendo hacia atrás del teclado antes de caer sobre las teclas, se va preparando lentamente para intuir los grandes movimientos de los otros. 

Sumérgete en el texto, sin perder de vista el con-texto: Las situaciones que vivimos son siempre situaciones con otros humanos. Y por tanto están entretejidas. El contexto siempre ayuda a los otros y a nosotros a entender en dimensión amplia lo que sucede. 

Mapea los roles, maravíllate con los juegos de estatus: El rol es una función escrita en manuales y códigos sociales, pero el estatus determina en qué lugares de ese manual (o fuera de él) se pretende mover la otra persona. Y pretendes moverte tú.

Haz gestión del error: Gestionar es hacer que las cosas pasen y esto aplica en dos sentidos. Uno, cuando aprovechas el error para mirar nuevos escenarios. Dos, cuando evalúas el error y tomas información en consideración para evitar cometer los mismos errores en un futuro.

Disfruta: Es altamente probable que nadie vaya a morir. Así que disfruta. No va a pasar nada. Nada que sea realmente grave, irremediablemente grave. Sí, obvio, habrá cosas. Pero, en general, estamos vivos para contarlo.

Favor difundir: Ahora cuando termines del leer esta entrada empezará verdaderamente el decálogo. Porque la Improvisación para la Vida se juega en la vida misma. Recorre los diez pasos anteriores, salta de uno a otro, no hay lío. Y cada que vivas algo en donde puedas aplicar alguna de estas ideas, aplícala y cuéntaselo a todos 🙂