Gestión de la incertidumbre en la práctica

Nuestro mundo pasó de una idea de cambio como novedad (algo chévere, cool), al cambio como algo veloz, impuesto a un ritmo frenético. Acá te damos ideas para transitarlo con más tranquilidad y estrategia.

La incertidumbre es una constante en nuestras vidas actuales. Vivimos en un mundo en cambio constante, acelerado, frenético, no anunciado: cambios que llegan no sabemos de dónde, para los que nadie nos prepara y ante los que tenemos que actuar pronto. Se habla tanto de esto, que una conferencia más, un libro más, un artículo más sobre el tema de los cambios y la incertidumbre podrían sobrar. Salvo si, además de recordarnos que ahora la escalada de cambios seguirá creciendo (lo cual, inevitablemente es cierto), nos brindan algunas herramientas para gestionar. Por eso, acá te van, desde la perspectiva de la Improvisación para la Vida, tres ideas para hacer gestión de la incertidumbre en la práctica. 

El punto central es dejar de ver la incertidumbre como un enemigo, pues podemos abordarla desde una perspectiva diferente: la de la Improvisación para la Vida. A continuación, presentamos tres consejos para gestionar la incertidumbre desde esta perspectiva:

Cambia de perspectiva: La incertidumbre como oportunidad

Un poco a la manera del juego, un poco en serio, una vez hicimos, luego de un proceso arduo de investigación, un horóscopo de cómo la gente reacciona ante lo inesperado según su signo. Más que experticia en astrología, allí desplegamos nuestro flow de improvisación. Mejor dicho: lo que nos interesaba era usar una plataforma para mostrar enfoques posibles ante la llegada de lo inesperado.

Aquí y allá nuestro mensaje es el mismo: la primera clave para gestionar la incertidumbre es cambiar nuestra perspectiva sobre ella. En lugar de verla como un obstáculo, podemos verla como una oportunidad. No hay error en el improverso. O mejor: sí existe, pero lo gestionamos. Y gestionarlo implica abordarlo estratégicamente, es decir, de cara a nuestras metas. Lo llamamos improactitud.

¿Recuerdas que “antes” “siempre” habíamos trabajado en oficinas, con rutinas más o menos establecidas? Pero llegaron las cuarentenas que desencadenó la pandemia. Al principio, muchas personas se sintieron abrumadas por la falta de estructura y la incertidumbre de no saber cuándo volvería a la normalidad. Pero poco a poco empezamos a descubrir otras oportunidades en medio de todo lo difícil que estaban siendo los tiempos. Cambiamos de perspectiva, un tanto porque era necesario, pero también porque pudimos ver la ocasión para hacer otras cosas o para hacer las mismas cosas pero de otro modo. 

Paréntesis promocional: nosotros, por ejemplo, hicimos un podcast.

Conocimiento externo (contexto) y conocimiento interno (autoconocimiento): herramientas clave

El conocimiento del contexto en el que operamos es esencial para gestionar la incertidumbre. Acá tenemos algo poco taquillero para decirte: para generar y gestionar nuestro conocimiento del entorno, se requiere tiempo, pausa, aguzar los sentidos para captar el ritmo de la improvisación mientras sucede.

Es importante entender que todas las situaciones, incluso las no deseadas, ocurren por una serie de acciones y decisiones. La Improvisación para la Vida nos invita a ver la vida como una historia en constante evolución, y a nosotros mismos como protagonistas activos de esa historia.

Así que es interesante iniciar nuestro proceso de autoconocimiento y avanzar en el conocimiento del entorno. Ambas se necesitan para lograr un estado de presencia que sea consciente de nuestro lugar en el mundo. 

Acá un gran ejemplo es Hollywood y su gran narrativa del viaje interior. Vemos a los protagonistas generar cambios en el mundo, pero, generalmente, esos cambios se logran luego de comprender ciertos aspectos claves de su vida. De ahí que sea crucial que identifiques tu propósito de vida, que conectes con tus valores y tus creencias, que hagas consciente tus deseos y sepas cómo se conectan con tus metas.

Acción y adaptabilidad: tu respuesta a la incertidumbre

Amamos la pausa, la introspección y la observación. Pero esto no implica inacción. Justo lo contrario: es mediante la acción como vamos dando espacio a lo nuevo. Mejor dicho: si algo caracteriza a la improvisación es que todo el tiempo busca cosas accionables, hechos, actos que vayan al mundo y generen cosas. 

La parálisis por análisis es un fenómeno común en un mundo lleno de información y opciones. Sabemos tanto de algo que tememos equivocarnos, pero con cada nuevo artículo que leemos tenemos más datos sobre todas las variables que puedan causar que, en efecto, nos equivoquemos. 

Por eso acá te hemos dejado tips para gestionar el correo electrónico, hacer listas, lograr que los días rindan más y sean más productivos, realizar —por fin— la llamada que llevas aplazando durante semanas. 

En todas esas entradas hay una idea central: en lugar de quedarnos paralizados por el miedo o la indecisión, es lindo saltar al vacío y verificar los resultados de nuestra acción.

Con todo, vale decir que la incertidumbre es una realidad de la vida que nos ha correspondido vivir a los humanos de hoy, pero no tiene por qué ser una fuente de estrés o ansiedad. Con la perspectiva adecuada, y las herramientas que nos ofrece la improvisación para la vida, podemos aprender a gestionar la incertidumbre con confianza y determinación. 

Si llegaste hasta acá, has descubierto improverso, este vasto horizonte de perspectivas que nos guía hacia nuestros objetivos mientras disfrutamos del viaje y nos preparamos para lo inesperado. Pero hay más:

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