Los cinco momentos del pensamiento creativo

Pensar en imágenes es una posibilidad que tenemos para entrenar nuestro cerebro y darle una perspectiva distinta a nuestros pensamientos. Como en el cine, que una película está hecha de imágenes (visuales y sonoras) que se complementan entre sí y recrean situaciones que tienen múltiples posibilidades. Tenemos la imaginación para ver o pensar en imágenes y llenarnos de información. Luego entonces, estamos en capacidad de generar el pensamiento creativo, que es el resultado de imaginar con la suficiente información. Puede ser innato a un individuo pero siempre puede ser formado, entrenado, trabajado.

Culturalmente hemos subestimado la imaginación del adulto y los adultos podemos imaginar. Así que podemos darnos la oportunidad de salir de nuestra rutina y comenzar a imaginar para crear realidades que nos complazcan y nos ofrezcan nuevas posibilidades con nosotros mismos y con nuestro entorno mediante los 5 momentos del pensamiento creativo que hemos identificado y aplicado en El Morenito Inc

NO SOY TÚ, ERES YO

Prepararse, definir el problema:
El cuerpo debe estar listo para enfrentar el proceso, se debe definir el problema: el trabajo para una asignatura, la falta de apropiación de las actividades culturales por parte de sus estudiantes, mejorar la movilidad de una vía, la manera más eficiente de mejorar la productividad, mi pareja deja los zapatos tirados en la sala… Se trata de asuntos que pueden ir de lo más “serio” a lo más informal. Una vez está definido el problema podemos enfrentarlo, tenemos un objetivo, una meta.
¿QUÉ, POR QUÉ, CUÁNDO, CÓMO, DÓNDE?

Obtener información:

Hacerse preguntas y buscar las respuestas. Es mejor tener una buena pregunta que una respuesta errada. La mayor cantidad de información acerca del problema planteado es el segundo paso del proceso del pensamiento creativo. No hay que escatimar en preguntas, no existe lo absurdo, solo la información. Pensar que estamos equivocados no nos deja fluir, la información es el mejor insumo para afrontar el problema.
¡ESTAMOS PERDIDOS!

El bloqueo, la incubación:

Equivocarnos, fallar, nos atemoriza y nos deja en una oscuridad absoluta. El reto consiste en comprender que esto es lo mejor que nos puede pasar, si sabemos fluir dentro de su caos. El bloqueo se produce por saturación de información: si has llegado a bloquearte, algo ya anda bien.Aquí se puede intentar darle solución al problema sin encontrarla, combinar patrones, unir puntos con rayas, rayas con puntos, tratar de encontrar lo que no es común en unos y otros. Transpolar.
Intenta reaccionar con lo primero que se te ocurra, escribir una historia contando del uno al cien. Salte del molde y permite la asociación libre: del bloqueo se logra salir si no luchamos contra las ideas, sino en favor de ellas, permitiendo que ellas nos lleven en su corriente
¡SOY UN GENIO!

Iluminación:

Llega la respuesta. No pensar en lo que estamos pensando, dejar que nuestro cerebro encuentre nuevas conexiones, nuevos caminos no recorridos antes de manera inconsciente. Esta es la magia, inspiración, o la conocida “musa”. Puede llamarse de mil maneras pero este proceso aparece solo cuando hemos hecho los pasos anteriores. No es en realidad el producto de nada; es el producto de todo:, plantearse el problema, obtener información y fracasar.
Para que la incubación permita la iluminación hay que dedicarse al ocio creativo. Jugar, leer, pintar, hacer deporte. No es distraerse falsamente (Voy a ver esta peli pero sigo pensado en el problema)… Debemos deshacernos conscientemente de la carga, dejar que el cerebro procese la información.
MANOS AL OBRA

Verificación e implementación:

Tenemos nuestra o nuestras respuestas. Tenemos que verificar los dato e implementar la solución. Es posible que al verificarla no sea tan fácil, pero al estar “iluminados” este paso se hace más sencillo: permite trabajar sobre la respuesta.